Con entre 18 y 20 millones de copias vendidas
en todo el mundo, Breakfast in America
es, posiblemente, el álbum progresivo más vendido de todos los tiempos después
de Dark Side of the Moon.
No es que fuera un disco muy progresivo: la portada presentaba
a una camarera que simulaba ser la Estatua de la Libertad en un contexto que
simulaba ser el horizonte de Nueva York; se lanzó mucho después de la edad de
oro original del progresivo; no era lo que podría considerarse como un disco por
excelencia: tan sólo comprendía un disco y contenía diez pistas; las largas suites de canciones tripartitas fueron
notables por su ausencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario