La belleza de Breakfast... fue que se gelificó como un todo, mientras que para el
crédito eterno de Hodgson y Davies fue que lograron hacer que las canciones
fueran tan silenciosamente críticas como estas tan fáciles de escuchar. El
triunfo de Supertramp fue la musicalidad absoluta y la elegancia económica de
todo.
"Definitivamente no queríamos ir por la
borda, porque éramos conscientes de que algunos grupos seguían y seguían con
largos, largos solos y arreglos complicados", explica Helliwell.
“Queríamos que todo fuera armonioso y conciso. Fue sólo cuando lo terminamos
que nos dimos cuenta, "Wow, tenemos algo bastante fuerte aquí".
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