"Las sesiones fueron aún más largas y
más tediosas de lo habitual", refiere Helliwell. “Pasamos horas y horas en
el estudio; tomaría una semana obtener los sonidos correctos de batería".
Puede que hayan sido una mezcla
silenciosamente combustible, pero la química funcionó, con resultados
espectaculares. Prácticamente todas las canciones de Breakfast... fueron un placer melódico, al menos la mitad de las
canciones: “Gone Hollywood”, “The Logical Song”, “Goodbye Stranger”, “Breakfast
In America” y “Take the long way home”, ya sean singles o productos básicos de banda sonora de televisión y/o película,
mientras que los cinco restantes temas iban desde la suave concisión de “Casual
Conversations” hasta el “Child Of Vision” más progresista y expansivo.
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