Cada uno de los siete álbumes clásicos de
Moodies era una declaración unificada, y cada uno era diferente, pero In search of the lost chord era el más
psicodélico. En un conjunto de canciones finamente elaboradas que comienza con
una invitación a 'Ride my see-saw', la búsqueda de Moodies por la esencia de la
vida los llevó por tres caminos posibles: ácido, meditación y amor romántico. Conforme
transcurría el tiempo, se decantarían por la opción tres.
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