El gran guitarrista Gary Moore atravesó perfectamente el heavy metal y el blues para fusionarse con casi cualquier estilo imaginable, a la
vez que conservaba su singular voz.
Algunos ejecutantes de la guitarra son similares
a él en dicho sentido, pero el lirismo con el que Moore tocó es un regalo
demasiado raro que pocos practicantes del género pueden reivindicar en el nivel
en que Moore lo concreta.
Sin embargo, Moore no desapareció dentro de la
música, ya que se incorporó tan profundamente en ella que las distinciones arbitrarias, como los géneros, simplemente se desvanecieron…
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