Seducido por álbumes
seminales y el lanzamiento de grupos más nuevos que se convertirían en leyendas
por derecho propio, 1968 se encontraba en el umbral de una nueva década, anunciando sonidos más pesados y eclécticos que iban mucho más allá del tejido
de corbata y tinte que definía la norma del tiempo.
Los amantes
de la música fueron golpeados por una experiencia
auditiva tan distante de lo que estaban acostumbrados, no es de extrañar
que 50 años atrás, todavía miremos hacia
1968 como el año que lo cambió todo.
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