En una fecha como hoy, pero
correspondiente al año de 1967, mientras disfruta de su salvaje fiesta de cumpleaños el baterista de The Who, Keith Moon, condujo su automóvil Lincoln hacia una piscina del
hotel Holiday Inn.
Como la fiesta
había salió de control, se tuvo que llamar a la policía para poner fin al
festejo. Moon, siempre dispuesto a evitar a los hombres vestidos de azul, se
escabulló y se metió en una Limousine Lincoln Continental e intentó escapar.
Desafortunadamente, en
su estado de ebriedad, soltó el freno de mano y comenzó a rodar hacia la
piscina. Moon simplemente se recostó y esperó, mientras el auto se estrellaba
contra la valla alrededor de la piscina y cayendo
al interior de la piscina.
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