(...)
Quisiera que tu carne se
acordara
de haberme aprisionado,
que cuando me miraras
algo se te encogiese en las entrañas,
algo se te encogiese en las entrañas,
que sintieras orgullo al
recordar
la generosidad sin par con que tu carne
la generosidad sin par con que tu carne
desnudaste para hacerme
libre.
Tomás Segovia
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