Con el tiempo,
mi nombre se llena de mis
rasgos;
se convierte en el punto de
partida
para medir el tono de mi voz,
la forma de mi risa,
el ángulo formado entre mis pies en cada paso.
para medir el tono de mi voz,
la forma de mi risa,
el ángulo formado entre mis pies en cada paso.
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