Nos parecíamos tanto
querida mía
como un crepúsculo y un
amanecer.mi fracaso de tus ganas de perder.
Si soñaba de noche
tú dormías.
Si quería tu cuerpo
te marchabas.
te marchabas.
Si pedía que te fueras
tú volvías.
tú volvías.
Si lograba olvidarte
me llamabas.
(...)
- Carlos Salem
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