Aunque resulta peculiar imaginar
algo así el día de hoy, Jimi Hendrix
tuvo que “entretener” a la multitud de fans de The Monkees tuvo sentido para ambos actos en 1967. Para el grupo,
tener un talento del calibre Hendrix para abrir sus presentaciones les ayudaría
a darles cierto margen de credibilidad entre seguidores y críticos musicales.
Aunque Hendrix pensó que la música de The Monkees era "desechable",
no era muy conocido en EU y su manager
lo convenció de que asociarse con el grupo ayudaría
a elevar su perfil. Sólo que no tomaron en cuenta a las entusiastas que
estaban en medio de la "Monkeemania".
Las púberes de los Monkees
estaban confundidas por las alusiones sexuales
de Hendrix. El 16 de julio de 1967, luego de tocar únicamente ocho de sus 29 fechas programadas para
la gira, Hendrix claudicó en Queens, Nueva York: arrojó su guitarra y se salió del escenario.
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