Claramente, The Pavillon no
lo haría así. Nobs los metió en el Grand Hotel, una enorme pila de fin de siglo
que estaba cerrada durante el invierno, un poco como una versión suiza de The Shining. Como dice la canción,
"estaba vacío, frío y desnudo".
Instalaron su equipo en un pasillo
vacío, y “con algunas luces rojas (para la atmósfera) y algunas camas viejas (para
el aislamiento acústico) hicieron de aquello un lugar para sudar”.
En marcado
contraste con Fireball, que se grabó durante
nueve meses, Machine Head se terminó en pocas semanas. Por opinión
mayoritaria fue (y sigue siendo) el
mejor álbum de Deep Purple.
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