domingo, 19 de junio de 2011

Kathleen Edwards “irrumpió” hoy en mi oído...

Hoy me ha dado con creces el "trabajo" de oír una neo-propuesta musical. La misma está respaldada en una excelsa hibridación de pop y folk.


Sin la intención de comparar, mucho menos pretender equiparar, la incursión musical de Kathleen Edwards me hizo evocar los timbres vocales de varias féminas con presencia previa y varias producciones musicales en su haber: el fraseo melódico de Dolores O´Riordan. No es todo: existe una presencia de otro trio de divas de mucha calidad: Suzanne Vega, Sinéad O´Connor y Beth Orton. Edwards se acompaña de una bella voz que despunta en todas sus canciones con una declarada hibridación pop-folk. Sencilla. Directa. Intimista. Elaborada. Sin complicaciones. Así es como hace acto de presencia, nuevamente.

Con una temática variada, mas no superflua, la canadiense Kathleen Edwards nos teje y desglosa una producción que se matiza, desde el principio hasta el fin, con historias de amor incondicional, muerte, resignación, esperanza, humor… "Su álbum tiene todo, excelentes canciones y una banda fantástica. No hay nada artificial en ella, y verla interpretar en vivo lo único que hace es solidificar esta impresión". Así de generoso resultó ser Nigel Williamson, de la revista inglesa Uncut. Además, le agregó una calificación de cuatro estrellas.




La fémina Edwards, con esta su tercera producción musical Asking For Flowers (2008), se luce en el acompañamiento con una banda más que probada: Bob Glaub (bajista de Jackson Browne, Warren Zevon, y Leonard Cohen); Benmont Tench (tecladista de los Heartbreakers); Don Heffington (baterista de Bob Dylan y The Wallflowers); el excelso pedal steel Greg Leisz. La nueva propuesta de esta cantautora proveniente de las frías tierras canadienses se respalda en la magnífica producción del disco con Dave Draves.

Influencias claramente detectadas en Edwards: Neil Young, Tom Petty, Bob Dylan, Ryan Adams. Presencia de exquisitas baladas acústicas folk, lo mismo que etéreas piezas ("Goodnight, California"), acompañamientos con cuerdas y armónica. Asimismo, oscilaciones con declaradas raíces de rock, western…


Así es, Kathleen Edwards, "irrumpió" hoy en mi oído. Me entero que, ya desde 2003, la crítica especializada le concedía ser una de las artistas más prometedoras de ese momento. Dos años después fácilmente revalidaría las críticas captadas con su álbum debut. La reciente producción de Edwards sigue sin desperdicio alguno.

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