En 1978, cuando se estrenó el primer disco de Dire Straits, las ondas de la radio estaban
inundadas por sonidos de rock de bandas como Boston, Foreigner, Eagles y Fleetwood Mac – así como el fugaz sonido de la "música”"disco. El
metro vibraba con los sonidos de los Ramones,
The Clash, Elvis Costello, entre otros. En esta escena vagabundeó Dire
Straits, sin encajar en ninguna parte. A pesar de eso, o quizá debido a eso,
rápidamente se encontraron en la parte delantera de la línea, con ese su enfoque
distinto que se desvió de cualquier fórmula existente en aquellos días.
Se encontraban,
simplemente, haciendo su propio nicho…
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