martes, 7 de noviembre de 2017

Cosmogonía...

El órgano es una cosmogonía. De ahí sus resonancias metafísicas, ausentes de la flauta y del violoncelo, salvo en la expresión lírica y las vibraciones infinitamente sutiles. En el órgano, lo absoluto se interpreta a sí mismo. De ahí la impresión que nos da de ser el instrumento menos humano y de tocar siempre solo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario