Después de su éxito con The Beatles,
Bernstein presentó a The Rolling Stones
en el Carnegie Hall. Pero quejándose de que los admiradores de los Stones
fueron groseros con los ujieres, se pararon en los asientos y generalmente
hicieron un lío en la majestuosa sala, el gerente de reservas de Carnegie lo
prohibió presentar espectáculos allí durante varios años.
En su lugar,
Bernstein presentó a The Kinks, The Animals y otras agrupaciones británicas
en el Paramount Theatre en Times Square y la Academy of Music en
el centro de la ciudad.
En octubre de 1964, Bernstein
se acercó a la gerencia del Shea Stadium
sobre la aparición de los Beatles. Los oficiales del estadio dudaron que
pudiera vender los casi 56 mil boletos para un concierto de pop.
Empero, las localidades se agotaron rápidamente.
Los Beatles recibieron 180 mil dólares por el concierto del 15 de agosto de
1965; Bernstein dijo que después de gastos, obtuvo una ganancia de tan solo 6,500
dólares.
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