La invasión del pop británico que se apoderó de las ondas
norteamericanas en la década de 1960 nunca habría ocurrido, de no haber sido
por una revolución de radio en el Reino
Unido.
En 1964, no era fácil para los
jóvenes británicos escuchar a rockeros como The Beatles, The Who y The Rolling Stones. La radio comercial todavía no era una
opción, y los guardianes de la British
Broadcasting Corporation, de propiedad pública, consideraban esa música inmoral, antisocial e inadecuada para la transmisión pública.
Sin embargo,
apenas tres años después, el 30 de
septiembre de 1967, hace poco más de medio siglo, la BBC conectó los transmisores de Radio
1, la primera estación dedicada a la música popular del país.
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