El 'ping' en la apertura y
cierre de “Echoes” fue producido por Richard Wright tocando una sola nota en un
piano de cola de concierto y alimentando la señal a través de un altavoz
giratorio Leslie. Es una apertura perfecta, completamente icónica en su forma.
“Echoes” es, además, la pieza
central de Meddle, un álbum que es considerado
como aquel en el que Pink Floyd hizo todo bien. En Meddle
casi podemos escuchar The Dark Side of the
Moon y Wish You Were Here.
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