Meddle no tuvo un comienzo muy auspicioso, ya que evolucionó a
partir de una serie de experimentos en la creación musical con objetos
cotidianos titulados 'Nothings', 'Son of nothings' y luego 'Return of the Son
of Nothings'.
Sin embargo, al explorar tan lejos del ámbito de lo cotidiano,
claramente estaban en algo. 'One of These Days' y 'Echoes' (ambos con elementos
instrumentales extrañamente involucrados) se convirtieron en los favoritos de
la firma, mientras que una canción no utilizada se convirtió en 'Brain Damage'
para The Dark Side of the Moon.
Estaban ya a tan sólo unos pasos, sí, de la grandeza.
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