Sin embargo, el músico que
brilla más en este álbum es el baterista Ian Paice. Quizá el baterista más
subestimado durante la era del rock clásico, Paice puede no alcanzar los talentos
de Keith Moon o John Bonham, pero no está muy lejos de ellos.
El álbum de 1971
está muy adelantado a su tiempo, ya que muchos de los estilos y técnicas serían
repetidos por innumerables bandas en la década de 1980. Pero la batería de
Paice le da a Fireball una ventaja
que esos esfuerzos futuros no contendrían, ya que pocos bateristas pueden
igualar esas habilidades, algo que se nota desde el comienzo del álbum con su
ritmo de doble patada que introduce "Fireball".
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