‘Antes, las palabras la habían hecho sentirse
como una inútil, pero ahora […] experimentaba una innata sensación de poder.
Ocurría cada vez que descifraba una nueva palabra o construía una frase. Era
una niña. En la Alemania nazi. Qué apropiado que descubriera el poder de las
palabras.’
La ladrona de
libros, de
Markus Zusak.
No hay comentarios:
Publicar un comentario