Focus consolidó su nivel con extensas giras
por el Reino Unido y América a lo largo de 1973. Disfrutaron de otro gran éxito
ese año con la reedición de Hocus Pocus,
y los lectores de Melody Maker
votaron por Akkerman como el mejor guitarrista del mundo. Pero el grupo no pudo
sostener a un par de egos tan contundentes. Hasta que llegó el momento en el
que Akkerman y van Leer se enfrentaron por la dirección musical, después de Mother Focus en 1975.
"En el apogeo del grupo tuve el
presentimiento de que Thijs van Leer tomaría el nombre de Focus para sí
mismo", dice Akkerman, quien desde entonces ha lanzado más de una docena
de álbumes por cuenta propia. "Yo era bastante famoso en ese momento, así que
eso resolvió el problema para mí, sobre arrancar mi carrera como solista".
Akkerman se declara especialmente orgulloso
de la música que hicieron como Focus. Y “Sylvia” está en lo más elevado, con
sus momentos más orgullosos. Es aún más curioso el hecho de que, a pesar de ser
una composición de Van Leer, podría decirse que es la deslumbrante guitarra de
Akkerman lo que la convierte en lo que es.
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