Por supuesto, cuando David Bowie explotó por
primera vez en las pantallas de televisión en el verano del '72, nadie se dio
cuenta de que la aparición alienígena de color naranja que contemplaba sus
salas a través de globos oculares desiguales era simplemente un tipo de Brixton
que interpretaba el papel de una carismática superestrella intergaláctica Sin
género fijo.
Al escuchar a Ziggy Stardust
fue aún más difícil de creer. Este fue un álbum genial, una pieza conceptual
dividida en viñetas fascinantes y perfectamente estructuradas. Desde los
evocadores “Five years” hasta el himno de “Rock'N'Roll Suicide”, Ziggy Stardust es tan impactante hoy
como lo fue siempre.
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