Una convención bastante habitual dice que David Bowie tiene un ojo de cada color,
cuando en realidad lo que sufre es anisocoria,
una asimetría en el tamaño del iris fruto de un golpe que le propinó de
adolescente su amigo George Underwood
(responsable de las portadas de sus discos Hunky
Dory y The rise and fall of Ziggy Stardust
and the Spiders from Mars) y que le dejó la pupila izquierda dilatada de
por vida.
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