domingo, 3 de julio de 2011

"Year of the Cat": música y lírica noveladas...



El piano como sonido base. Guitarra de acompañamiento, eléctrica o acústica, puntal en el desenvolvimiento de la obra. Sofisticada plataforma de orquestaciones. Corría el año de 1976. Se presentaba ante nuestros oídos la obra Year of the cat. Obra producto de la inspiración de Alastair Ian Stewart. Músico, cantante y compositor británico, nacido en Glasgow, Escocia. El disco tiene el respaldo de los estudios Abbey Road. Si esto fuese poco, la producción estuvo a cargo de Alan Parsons.



En esta la séptima producción de Stewart, el escocés nos deleita con el desglose de novelas históricas hilvanadas en perfecta conjunción musical. Sí, Stewart termina entregándonos suaves y refrescantes atmósferas. Canciones que, sin ser pretenciosas, presumen, en cambio, de una organización excepcional. De principio a fin, esta obra musical nos permea de una belleza sinfónica que, casi, raya en modelos clásicos.














Retrocontexto: Stewart llega a la fama como parte del renacimiento del folk británico que tuvo lugar entre 1960 y 1970. ¿Cómo? Combinando canciones con cuentos de delicado tejido, lo mismo de personajes que de acontecimientos del tipo histórico. El "Disco de Platino" otorgado por su producción de 1976 nos ayuda a ubicarlo en el escenario musical perfectamente.

Con 35 años de por medio, ésta producción musical sigue sonando igual de fresca que en sus primeros años. Cual si fuese la primera vez. La naturaleza acústica de esta producción no se ha perdido en lo absoluto. Al Stewart aborda y desglosa en su propuesta de folk-rock temas líricos que se aderezan de una mejor propuesta musical. No es cualquier cosa. Se pueden rescatar muchas cosas en esta producción de época: los solos de fisuras en la parte instrumental, la transformación del cello en guitarra acústica, la guitarra eléctrica en saxofón…




En esta excelsa obra de 1976, Al Stewart encontró su voz en todos los tiempos. Encontró, también, un sonido transgresor en el espacio, en el tiempo, para los tiempos modernos. Con dichos elementos, perfeccionaría todo 1976: Year of the cat, una verdadera obra maestra.
De esta producción se desprendió el single homónimo que sería lanzado, en julio de 1976, en el Reino Unido. En tanto que en octubre de ese mismo año sería lanzado en Estados Unidos.

Nuevo retrocontexto: La historia nos da parte de que Stewart escribió gran parte de esta canción luego presenciar un espectáculo del comediante Tony Hancock en Bournemouth, Inglaterra, en 1966. Días en que el comediante estaba sumergido en sus problemas con el alcohol y, por ende, sus shows eran un desastre.



El cantautor escocés ha referido en entrevista que, cierta ocasión, Hancock se paró en el escenario y dijo:" No quiero estar aquí. Estoy totalmente decepcionado con mi vida. Soy un perdedor total, aunque suene estúpido. No sé por que acepté estar aquí". Asumiendo que se trataba de un nuevo personaje, soltamos la carcajada. Pero en realidad no estaba mintiendo. “Lo miré y me di cuenta de que todo era real", remata Stewart.




La anécdota sirvió de inspiración al escocés para que empezara a escribir parte de la letra en honor a Hancock. La canción fue titulada "Foot of the stage". Pero en 1968 todo cambió para la historia de esta canción. De gira por Sydney, Hancock terminaría suicidándose. Cuando Stewart se entera de la noticia optó por conservar la música, dispuesto a reescribir una nueva letra para entregársela al productor Alan Parson antes de que concluyera la edición del disco que estaban grabando en aquel entonces. La canción, finalmente, no sería publicada.


Con el paso del tiempo, la canción cambiaría su título a "Year of the Cat". Esto debido a que Stewart se inspiraría en la astrología vietnamita. De acuerdo con esto, el año del gato es cada 12 años, se presume es un año sin estrés y muy relajado. Como dato al calce, el año en que fue escrita la canción, 1975, era justo el "año del gato".




La canción, finalmente, fue grabada en 1976 en los Abbey Road Studios, bajo la producción de Alan Parson, quien también colaboró tocando el saxofón. La canción fue co-escrita entre el compositor Peter Wood y el propio Al Stewart. En ella se hace narración de la historia de un turista que conoce y se enamora de una muchacha hippie que trabajaba en un mercado. Ambos pasan una noche de pasión extrema, lo que tuvo como resultado que el turista perdiera su autobús ese año: 1975, es decir, el "desestresante" año del gato.

La canción hace gala de una soberbia hibridación entre folk-jazz. (A la postre, marca registrada de Alan Parson, quien es el autor intelectual de todas las mezclas desde las mesas de sonido para esta excelente producción setentera ...Aunque, atemporal desde entonces).

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