"¡El punk está en
declive, está muerto!", declaró el líder de Buzzcocks, Pete Shelley, en mayo de 1978, tal y como
se relata en el libro de Tony McGartland,
Buzzcocks: The Complete History. Shelley
era entrevistado sobre su grupo, lo que hace que su proclamación sea un poco
difícil de asimilar, ya que Buzzcocks era un grupo punk, y lo hacían bastante bien.
Un año antes, habían lanzado el primer disco de punk en el Reino
Unido, un EP titulado Spiral Scratch,
y desde entonces, habían saltado a las listas musicales - y a los televisores.
No
es difícil ver por qué. Mientras los Sex
Pistols gruñían y The Clash sermoneaba,
Buzzcocks cantaba sobre el amor. Sus primeros dos álbumes, Another Music in a Different Kitchen y Love Bites - ambos lanzados en 1978 - fueron tan rápidos y ruidosos
como cualquiera de sus contemporáneos.
Sin embargo, en lugar de cantar sobre
los temas favoritos de violencia y
política del punk, temas como “Fiction Romance,” “I Don’t mind,” “Ever fallen
in love with someone (You shouldn’t’ve),” y “Just lust” aprovecharon la confusión hormonal y la angustia de ser un adulto joven.
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