La mejor canción de The War
On Drugs es una paradoja. Tiene elementos de todo lo que esta banda hace bien.
Se extiende como una acuarela. Casi esquelética en algunos puntos: el ritmo, la
melodía de Adam Granduciel, guitarras y sintetizadores parpadeando en la
periferia, esperando, y esperando un poco más, hasta decidirse a caer en
cascada sobre la pista.
“An Ocean in Between the Waves” es la euforia y la
melancolía que coexisten en enigmática zona. Golpea, en todos los niveles
viscerales y emocionales, durante la totalidad de sus poco más de siete
minutos. Al final, se estrella en difusos zarcillos de humo, habiéndote cambiado,
pero sigue siendo críptica: se ha alojado al interior de tu ser, aunque
insinuando que aún hay más por descubrir. Es todo. (Neostálgica Idea Musical)
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