Un día como hoy murió el
escritor jalisciense Juan Rulfo (1917-1986), una de las figuras emblemáticas de
la literatura mexicana de mediados del siglo XX.
Su producción es breve: en
1945 publicó La vida no es muy seria en
sus cosas; en 1953, El llano en
llamas, y en 1959, Un pedazo de noche.
Pedro Páramo (Premio Xavier
Villaurrutia 1955) y El gallo de oro
son sus únicas novelas; esta última fue adaptada al cine por Carlos Fuentes y
Gabriel García Márquez.
Su interés por la cultura
autóctona se refleja en su obra fotográfica (más de seis mil negativos), presentada
en 1980 en una exposición en el Palacio de Bellas Artes, así como en su trabajo
en el Instituto Nacional Indigenista, donde permaneció por 23 años como
encargado de la edición de libros y revistas especializados en los pueblos
originarios.
Fue miembro de la Academia
Mexicana de la Lengua; recibió el Premio Nacional de Literatura en 1970 y el
Príncipe Asturias en 1983. En el libro de ensayos Juan Rulfo, el arte de narrar, de Françoise Perus, podemos conocer
los distintos puntos de vista de la crítica enfocada en su obra.
‘Tengo paciencia y tú no la
tienes, así que esa es mi ventaja. Tengo mi corazón que resbala y da vueltas en
su propia sangre, y el tuyo está desbaratado, revenido, y lleno de pudrición.
Esa también es mi ventaja.’
El llano
en llamas -Juan Rulfo
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