Coproducido por Lewis
Merenstein, se reclutaron nuevos músicos para Moondance, a partir del verano de 1969. Si bien Morrison compuso
todas las pistas con guitarra acústica, ingresó al estudio sin arreglos
escritos, dejando espacio para que este álbum creciera orgánicamente con riffs o rellenos generados
espontáneamente a través de sesiones improvisadas.
El resultado es un disco de
renovación y redención que es tan auténtico como su predecesor, mientras nos arroja
la sensación oscura y sombría de ese álbum, ya que Morrison emplea recuerdos
simples y motivos de naturaleza lírica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario