Después de otra espera interminable,
Jefferson Airplane sufre una prueba aún peor que Santana. Muchos de los los
Hells Angels condujeron bruscamente entre la multitud, estacionando sus Harley
justo a un costado del escenario. Inevitablemente, una de las motocicletas fue
derribada. Marty Balin, del Airplane, decidió intervenir y uno de los Hells
Angels lo dejó inconsciente. El bajista Jack Casady expresó su disgusto por el
micrófono y luego de un 'forcejeo', la única integrante del grupo que quedó en
pie fue Grace Slick.
Por su parte, The Grateful Dead, programado
para subir al escenario después de The Flying Burrito Brothers, quienes escaparon
milagrosamente de una lesión, posiblemente debido a su rock country amigable
con los Hells Angels, salieron de puntillas.
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