En 1971, Harry Nilsson seguía
a su musa a lugares por demás curiosos. Después de que su vínculo con Midnight Cowboy, de Fred Neil, hizo que
su versión de "Everybody's Talkin'" fuera un éxito para Nilsson dos
años antes. Se dirigió en una variedad de direcciones, lanzando al peculiar
Harry el mismo año, y luego autoproduciendo un álbum completo de canciones del
entonces poco conocido Randy Newman.
Supervisó la película animada, de 1971, The Point!, para lo cual entregó un soundtrack acompañante. La imprevisibilidad
y la claridad cristalina de su voz eran las tarjetas de presentación de
Nilsson.
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