A medida que se desarrollaba 1969, los
Rolling Stones soportaron su propio infierno. Brian Jones, miembro fundador,
fue relegado del grupo, y luego se ahogó en la piscina de su casa de Sussex la
noche del 3 de julio, a los 27 años. Ese verano, los Stones también despidieron
a su manager, Allen Klein, alegando
que había desviado ganancias del grupo.
En ese momento, no habían recorrido EU en
tres años. Sin embargo, con el virtuoso de 20 años, Mick Taylor, reemplazando a
Jones en la guitarra principal, se establecieron planes para un swing de 28 conciertos en EU que
comenzaría en Fort Collins, Colorado, el 7 de noviembre.
Lo que siguió fue una
serie de espectáculos emblemáticos tanto para los Stones como para la música
rock en general, estableciendo el punto de referencia para todas las futuras
giras de rock. Era la primera vez que los Stones salían con su propia
producción, y tocaban para una audiencia atenta y "adulta" en lugar
de escuchar gritar a chavas prepúberes.
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