El segundo Hot 100 número 1 de U2, "I still
haven't found what i'm looking for", ejemplifica la premisa (y la promesa)
de The Joshua Tree. La sombría
grandeza emocional del álbum proviene de su naturaleza inquisitiva: sus
personajes rumian sobre la muerte, la redención, la fe y la contienda mundial,
y buscan la guía tanto de los poderes superiores como de la humanidad misma,
pero no tienen respuestas concretas.
"I still haven't found
what i'm looking for", es inquieta. El protagonista ha hecho grandes
esfuerzos para buscar consuelo, ya sea de una pareja romántica o una figura espiritual, pero no ha encontrado el bálsamo correcto.
En consecuencia, Bono parece infantil y curioso mientras
eleva sus registros, dispuesto a abrazar todo lo que encuentre. La música instrumental es igualmente
abierta, con guitarras acústicas y
eléctricas con forma de boomerang rozándose entre sí (y arrastrando las
percusiones) para crear tensión.
Pero a medida que la canción llega a su fin
por la fuerza de las armonías de celosía, hay una sensación de resignación, melancolía y liberación, que a pesar de
que no hay ninguna resolución, está perfectamente bien.
"I still haven't found
what i'm looking for", celebra la belleza
de lo desconocido, la alquimia
misteriosa que hace que la música, y U2, sean geniales.
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