Jethro Tull se encontraba en
la cima del mundo (y de las listas de éxitos) en 1972 cuando Thick as a Brick se convirtió en el
primer álbum pop compuesto por una
canción continua para llegar a un público amplio.
El concepto fue por demás
audaz: este es uno de los pocos gritos sagrados para los seguidores del rock progresivo, sin preguntas. En pocas palabras,
muchos bebés hermosos fueron arrojados con el agua de la bañera por críticos
escépticos que se contentaron con descartar los trabajos más ambiciosos
(pretenciosos) que ciertas agrupaciones lanzaban a principios o mediados de
los años 70.
Si Aqualung se duplicó
en el concepto de "álbum conceptual", Thick as a Brick funcionó como el parteaguas que daba pautas acerca
de lo que ya era posible en la música de rock…
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