domingo, 1 de julio de 2018

Oldham elimina a un Stone


La historia de Ian Stewart pasa a confirmar el poder manager para degradar a alguien cuyo rostro no se ajustaba a la imagen de los Rolling Stones. En 1963, el entonces manager de los Stones, Andrew Loog Oldham, decidió eliminar al escocés de la alineación.

Con una gran mandíbula, resultado de una enfermedad infantil, Stewart era considerado demasiado feo y, con cuatro años de ventaja sobre Mick Jagger, demasiado viejo para un grupo que se proyectaba como alternativa de chavos malos vestidos de cuero.

Pero en lugar de perder la cabeza, el hasta entonce sexto Stone, tuvo la fortaleza de una roca: decidió quedarse para convertirse en músico de sesión y director de giras en su propio grupo.

Su nuevo papel le permitió a Stewart evitar las molestias de los reflectores y aferrarse a su preciado papel como gurú musical, una estrategia astuta de parte de un hombre que nunca quiso el equipaje del estrellato.

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