domingo, 31 de julio de 2011

Arrestado por su gusto musical...

El miedo, combinado con la perversión de la ley, le ha ganado a la racionalidad (por no hablar de democracia o libertades civiles básicas).

Transcurría el lunes 3 de abril de 2006 cuando un joven de origen indio tuvo que abandonar un avión, porque sus gustos musicales lo convirtieron en sospechoso de ser un peligroso terrorista. Así es, este joven de 23 años terminó sufriendo en carne propia las consecuencias propias de la paranoia de un gobierno como el británico, que ha trasladado a la población el pánico por el terrorismo. Sus movimientos, color de piel y gustos musicales, provocaron la alarma en un aeropuerto.

De súbito, la afición a temas punk y rock duro de The Clash y Led Zeppelin llevó a Harraj Mann a ser expulsado por la policía de un avión con destino a Londres por sospecha de terrorismo. Mann, efectivamente, escuchó 'London Calling', de The Clash, e 'Immigrant Song', de Led Zeppelin en la radio de un taxi que lo trasladó al aeropuerto Durham Tees Valley, al norte de Inglaterra. El conductor del taxi, empero, sospechó de su pasajero tras oír las canciones que había elegido el joven y alertó a las autoridades una vez que llegaron al aeropuerto.


"Fui obligado a abandonar el avión delante de todo el mundo y registraron mis bolsas", señaló Mann, un vendedor de teléfonos móviles, al diario local Hartlepool Mail. Además, señala Mann: "Fui interrogado bajo la Ley Antiterrorista". Cuando Mann fue liberado su avión ya había salido.

La polémica letra de la canción de The Clash incluye las líneas: "Londres llama a las ciudades lejanas, se ha declarado la guerra y ha llegado la hora de la batalla. Londres llama al submundo, salgan del armario, son chavos y chavas". 'Immigrant Song', por su parte, comienza: "El martillo de los dioses conducirá nuestros barcos a nuevas tierras, para luchar contra la multitud cantando y llorando: ¡Valhalla, estoy llegando!".

Tal y como van las cosas en el Reino Unido todo parece ser que será mejor que los pasajeros entren en la terminal entonando canciones de Celine Dion, Frank Sinatra, Tom Jones... Por supuesto, "God Save the Queen", de los Sex Pistols, queda completamente descartada.

Tsotsi: valiente y sincera historia...


Narración de algunos de los flagelantes días en la vida de Tsotsi (Presley Chweneyagae) líder adolescente de una violenta pandilla en el municipio de Johannesburgo, Soweto, en Sudáfrica. Una trama que transcurre en medio de un gueto sumamente peligroso…y poderoso.

Aquí los jóvenes forman una neo especie de fraternidad inversamente proporcional a la precaria visión que se da de la familia. Para Tsotsi – matón es su significado – el pasado no existe. Además de que es el flagelo que más lo atormenta en el presente. Tsotsi es el matón que vuelve a descubrir su lado humano una vez que, por accidente, secuestra a un bebé durante el robo de un auto.

El bebé es algo más allá de una metáfora que lo remite a su infancia, durante la cual perdió a su madre a causa del SIDA. Sufriendo, además, los maltratos de su padre alcohólico. Tsotsi es una especie de buscador extraviado: decide convertirse en padre sustituto de un bebé que recién acaba de tener. Obliga a una joven madre, no hace mucho enviudada, a que amamante al neonato. Paralelo a ello, descubre nuevas connotaciones de la vida nunca antes contempladas.

La cinta no es un discurso en pro del racismo seguro, no. Va más allá del color de la piel de sus personajes. El origen étnico desempeña un papel secundario en comparación con las complejas disparidades sociales y de clase, frente al poder de la impotencia.


La historia de cómo el bebé genera cambios radicales en Tsotsi se desarrolla paralelamente con lo que parece ser el final de su carrera criminal. Tsotsi ha sido impulsado por el miedo y la necesidad. Tsotsi, conforme avanza la cinta, empieza a responder a su propio nombre. Con ello, paulatinamente, hace una especie de desmarque de aquello que signifique “criminal” o “mafioso”. Empieza a sentirse David, su real nombre, a través del bebé que, involuntariamente, ha secuestrado.





La historia está tomada del libro de Athol Fugard, publicada por vez primera en 1980. La adaptación del director Gavin Hood consigue retratar algunos aspectos de los barrios bajos de Sudáfrica ni siquiera imaginados, aunque no por ello desconocidos en otras latitudes. Al final, se nos expone una historia valiente y sincera que, precisamente, pretende que el espectador trabaje por cuenta propia un desenlace lo más abierto posible.

sábado, 30 de julio de 2011

Básico y existencial...

Erotic...
Se constituye como un elemento tan básico como existencial. Referenciemos algunos ejemplos: comer, beber, orinar o defecar… Así de importante es, en consecuencia, el erotismo.

Hablamos de una clave – el erotismo - en la que encontramos acceso a deleites conocidos y por conocer.

Dicho mundo suele estar más allá de la rutina diaria. Basta con presionar el botón indicado en el que prevalezca la imaginación por encima de la razón. La locura por encima de la cordura. Es así como tendrá lugar ese mundo de insospechados placeres.

Demostrar ser susceptible a lo exótico de esos paisajes, a las miradas penetrantes, a alteraciones fisiológicas y psíquicas, lo mismo que a gestos lascivos y a ricos manjares… Caer así, entonces, al otro lado del umbral.

Erotic...

viernes, 29 de julio de 2011

¿Erotismo?

Brigitte Bardot
¿Erotismo? Encuentro de los cuerpos como es el encuentro de las palabras en la poesía, donde se crea una comunicación bajo el deseo de los cuerpos y el significado de las palabras.

La poesía erótica es una erotización del deseo y la palabra deseada. El encantamiento del lenguaje frente a los cuerpos desnudos es el encantamiento de los cuerpos frente a la palabra erotizada.




Brigitte Bardot
A través del lenguaje se erotiza el deseo de los cuerpos como transfiguración de la líbido. La poesía canta el deseo de los cuerpos amorosos que se aman también en las palabras. El oficio de la poesía asume el oficio de los cuerpos como materia prima para su maravillosa creación poética.

Allí esta contenida su ética y su estética literaria.

jueves, 28 de julio de 2011

Vuelvo / Octavio Paz

Octavio Paz

Desatado del cuerpo, desatado
del ansia, vuelvo al ansia, vuelvo
a la memoria de tu cuerpo. Vuelvo.
Y arde tu cuerpo en mi memoria,
arde mi memoria en tu cuerpo.



miércoles, 27 de julio de 2011

Sexo subversivo / Octavio Paz

Marilyn Monroe
El sexo es subversivo no sólo por ser espontáneo y anárquico, sino por ser igualitario: carece de nombre y de clase. Sobre todo: no tiene cara. No es individual: es genérico. El no tener cara el sexo es el origen de todas las metáforas […] y, además, es el origen de toda nuestra desdicha. El sexo y el rostro están separados, uno abajo y otro arriba; como si no fuera suficiente con esto, el primero anda oculto pero la ropa y el segundo al descubierto.

Octavio Paz





lunes, 25 de julio de 2011

El pop-rock psicodélico de Kula Shaker...


Un emperador indio del siglo VIII, Kulasekhara, sirvió de inspiración para que se gestara el nombre de una de las bandas de Brit-pop más importantes en/desde la década de los 90 a la fecha: Kula Shaker. Una vez que escuchamos a esta agrupación nos percatamos claramente de que no solamente existe influencia por parte del extinto emperador. No, hay más…


Pop-rock psicodélico con tintes de la India colonial. Misticismo. Medievalismo teórico. Fuerte carga de hinduismo. Inevitable, entonces, quedar inmediatamente prendido del exótico sonido de Kula Shaker: sonido místico hindú, melodías pegajosas, guitarras al estilo de Harrison, letras en sánscrito, teclados psicodélicos, entre otros elementos por demás atractivos…



El audio que desprende esta primera producción de la banda, K (1996), se encuentra impregnado de un claro sabor e influencias orientales, las cuales van aderezadas perfectamente con su dosis de pop y psicodelia. Además, por si fuese poco, solos de citara y letras en sánscrito. Sí, muy cierto, no es la primera ocasión en que esta hibridación tiene lugar: el antecedente marca que desde la aparición del álbum Rubber Soul (1965), ya se manejaban estas atrevidas, a la vez que atractivas, combinaciones musicales. El plus en esta producción es que, no obstante no ser pionera en el género, termina funcionando perfectamente.



La agrupación era liderada por Crispian Mills (guitara y voz), Paul Winter (batería), Bevin Alonza (bajo) y Jay Darlington (teclados), quienes consiguieron que K se convirtiera en el álbum debut con ventas más rápidas en Gran Bretaña, desde Definitely Maybe, de Oasis. De ahí que, con casi 15 años de por medio, haya terminado convirtiéndose en una autentica joya del movimiento Brit-pop.



Esto a pesar de que K es no sólo poco conocido sino que, además, poco apreciado. De principio a fin se perciben las marcadas y claras influencias: especialmente de The Beatles, así como de The Grateful Dead. Cierto, la voz de Mills no es nada espectacular, pero ayuda a desahogar más que bien toda la producción. Cabe agregar que no pocos riffs de guitarra destilan una especie de homenaje para Jimmi Hendrix.

K, por lo tanto, es un impresionante debut, que no encajaba ni antes ni ahora en la escena indie británica. Kula Shaker, una propuesta musical fuertemente influenciada del pop de los Stone Roses, por la psicodelia (Pink Floyd) y otro tanto del rock clásico (Deep Purple)


En una entrevista de 1996 Crispian Mills dijo: “La industria musical es como un enorme y gigantesco monstruo, tosco y subalimentado. Sólo bandas manoseadas. Esto me produce nauseas, y lo que uno haga con su vomito es lo que cuenta. Nos desagrada mucho ser asociados con el movimiento del Brit-pop, ya que 98% de él es superficial. Nuestra generación sólo quiere evadir sus mentes. Nosotros intentamos expresarnos a nosotros mismos, mostrar algo fresco y a la vez divertido. Intentamos ayudar a hacer la música nuevamente algo cool, integrando todas las cosas que nos han inspirado. Deseamos poner todos nuestros sentidos y emoción en el rock, para recordar a la gente de dónde provienen todos aquellos sentimientos inspiracionales que tenemos en común".

Tristemente, Kula Shaker terminó disolviéndose en su mejor momento, en 1999, después de su segundo trabajo Peasants, Pigs & Astronauts, que si bien no fue un suceso en ventas como K, la banda se encontraba en excelente forma y en franco crecimiento. Desde entonces, algo se perdió en el camino. A pesar de una reintegración, la banda no ha vuelto a ser la misma.


A menudo, como en esta ocasión, la retrospectiva nos brinda una oportunidad espectacular para volver a ejercer la valoración, la percepción, sin tanto humo de por medio. La flama que desde un principio ardía en K sigue deslumbrando. Afortunadamente…

"El culo, qué gracioso"/Carlos Drummond de Andrade


 El culo es el culo, requeteculo...
El culo, qué gracioso.
Está siempre sonriendo, nunca es trágico.

No le importa lo que hay
al frente del cuerpo. El culo se basta y sobra.
¿Existe algo más? Tal vez los senos.
Aunque –murmura el culo– a esos muchachos
aún les queda mucho que estudiar.

El culo son dos lunas gemelas
en rotundo meneo. Anda por sí
en la cadencia mimosa, en el milagro
de ser dos en uno, plenamente.

El culo se divierte
por cuenta propia. Y ama.
En la cama se agita. Montañas
que se yerguen, se desploman. Olas batiendo
en una playa infinita.

Ahí va sonriendo el culo. Va feliz
en la caricia de ser y balancearse.
Esferas armoniosas sobre el caos.

El culo es el culo,
requeteculo.

Carlos Drummond de Andrade


domingo, 24 de julio de 2011

"Qué será ser tú"/ Ana Rosetti

Este es el enigma, la atracción sobrecogedora
de conocer, el irresistible afán de echar el ancla
en ti, de poseerte
Qué será la perplejidad de ser tú
Qué, el misterio, la dolencia de ser tú y saber
Qué el estupor de ser tú, verdaderamente tú y
con tus ojos, verme
Qué será percibir que yo te ame
Qué será siendo tú, oírmelo decir
Qué, entonces, sentir lo que sentirías tú.


Ana Rosetti

sábado, 23 de julio de 2011

Ayala Blanco, el hombre "que deshace el cine"...

“Yo siempre digo que lo que puede hacer un crítico es aclarar las películas oscuras y oscurecer las claras”.

Jorge Ayala Blanco
La misma escena se repite desde hace 47 años: se levanta a las 5:30 de la mañana, se pone sus lentes de contacto y antes de rasurarse, prende su computadora y se pone a teclear dos horas y media. Desayuna. Sale al CUEC a impartir "Historia del cine" y "Análisis cinematográfico". En caso de no tener que acudir a alguna función de prensa, regresa a su hogar para seguir con la investigación de sus libros. Asegura que en toda su vida ha visto alrededor de 18 mil películas.



Referencia obligada al hablar de crítica cinematográfica. Desde hace 22 años escribe su columna “Cinelunes Exquisito” para el periódico El Financiero. Ha publicado un total de 26 libros, todos ellos considerados aportes fundamentales para entender el cine nacional e internacional. Es Jorge Ayala Blanco, egresado de la carrera de Ingeniería Química en el IPN, y quien presume, a sus 69 años: “es formidable poder vivir de lo que quiero”.

El crítico de cine refiere una anécdota, “de cuando chavo”, que le marcó la pauta en lo que sería su profesión de por vida: “la gente sabia vive desde su juventud como si ya fuera jubilado. Pregúntate qué harías si ya tuvieras toda tu vida resuelta, qué harías con tu tiempo, a eso es a lo que deberías dedicarte”. Ayala Blanco, en consecuencia, se asume como jubilado desde sus 21 años.

Es, además, un hombre disciplinado gracias a lo cual se ha desarrollado en los planos de investigador y crítico de cine. Señala que la disciplina es triple, ya que “comienza desde la idea de que si llego un minuto después de que comenzó la película ya no entro a la sala, como una especie de autocastigo”. Refuerza su parecer con una clara analogía: pienso que estoy empezando el libro desde el capítulo dos”.

Efraín Huerta
Como buen crítico que es, expone algunas particularidades muy propias de quienes se desempeñan en este ejercicio: “en México, a diferencia de otros países, no hay especialistas en un tipo de cine, y tenemos que ver de todo. Aunado a que no hay espacios para publicar artículos periodísticos sobre cine mexicano”.

Acerca del momento en el que se gestó en él la de idea de escribir crítica de cine, rememora: tenía 12 años y ocho meses de que descubrí un periódico que se llamaba El Fígaro, salía los domingos, donde escribían una critica cinematográfica y una cartelera completa sin formar, después supe que era escrito por Efraín Huerta”.




El también autor de Cine norteamericano de hoy, Falaces fenómenos fílmicos, A salto de imágenes, El cine: juego de estructuras, El cine invisible, El cine actual, desafío y pasión y El cine actual, palabras clave, es propenso a reinterpretar y recrear, mediante su propia sensibilidad, toda película convertida a su vez en objeto de estudio. Lo que hace es “desmontarla en cada secuencia, en cada plano, para completar el ciclo biológico del espectáculo cinematográfico”.

Empero, Ayala Blanco no se encuentra exento de influencias, como es de suponerse. “Mi estilo sería un poco a imitación de los críticos de las revistas francesas.” La gente que más ha influido en él, según resalta, son Salvador Elizondo y Efraín Huerta. Antes de cumplir los 21 años de edad, Ayala Blanco ya escribía sus reseñas para el suplemento “México en la cultura” del periódico Novedades, publicación que dominaba la mafia de Fernando Benítez.

José Emilio Pacheco
Posteriormente, gracias a la amistad trabada con José Emilio Pacheco, entraría a trabajar “en el suplemento de la mafia “La cultura en México”, del semanario Siempre!, permaneciendo ahí 17 años”. Dejaría la publicación con la salida de Carlos Monsiváis en la dirección de la revista. Para cuando llega al diario El Financiero los lunes escribía de cine extranjero “con un lenguaje más conceptual” y los miércoles escribía “con otro tipo de lenguaje que era para hablar de películas mexicanas”. Eran los “Cine lunes exquisitos” y los “Cine miércoles populares”.

Arturo Ripstein
Anécdotas que marcan: corría el sexenio de Carlos Salinas, cuando el director de cine Arturo Ripstein interpuso en 1991 una demanda judicial por difamación contra Ayala Blanco por una reseña negativa a su película Mentiras piadosas (1988). El cineasta mexicano exigía 20 millones de pesos porque el texto de Ayala Blanco lo había dejado sin empleo.

El profesor del CUEC dijo que la cinta era un “agrio y airado desprecio clasista”, “suicidas caprichos creadores”, “pataleta pírrica”, “racismo omnímodo”. Para Ayala Blanco, Rispstein filmó “las más tediosas películas del cine nacional”. Al final, la demanda no prosperó.

“Imagínate el poder que puede tener un crítico de cine. En ese momento me convertí en el desempleador de cineastas. Por eso me llevaron a los tribunales, por daños morales y patrimoniales, ya que lo dejé sin trabajar dos años. Ese es el grado de odio que uno puede generar al escribir críticas de cine con un lenguaje abstruso. Lo que ocurrió con todo esto es que me estaban pasando la cuenta por escribir 30 años crítica de cine por la libre”.



Acerca del eternamente denominado “Nuevo Cine Mexicano” apuntala lo siguiente: “El verdadero cine mexicano es el que compras con el pirata de 10 o 15 pesos”. Expone claramente su desencanto acerca de esta trillada fórmula sexenal. Ninguna de las películas que se hacen actualmente recupera su inversión. “Ya no existe el cine mexicano popular”.

Curiosamente, a este crítico, investigador y profesor se le otorgó la Medalla Salvador Toscano el 7 de mayo pasado. Fiel a su costumbre, a contracorriente, señaló sentirse orgulloso del citado reconocimiento porque es la primera vez que se lo dan a un hombre “que no hace cine sino lo deshace”.


viernes, 22 de julio de 2011

"Medio siglo" (con permiso del maese Roura)

Libros. Poesía. Música. Letras...
Pero aquí estoy, me dije,
y no sé si aún respiro
como ayer, como un lustro.
Me he levantado para andar
entre mis adorados muertos.
La apariencia me delata,
sin embargo. Porque por dentro
soy un hombre con la ilusión
de la mentira. Escucho, miro
con la ingenuidad del niño
que no sabe que ha crecido.
Y mi piel tiene medio siglo.
Aquí estoy después de mis muertes,
de haber sentido los vientos
de la aniquilación, del aire
que deletrea los insomnios
de las arrebatadas cuatro
estaciones que tensan, raudas,
la vida, tu vida, la mía.

jueves, 21 de julio de 2011

Inconciliable...

Sin salida...
Referencia tenue y pérdida. Sin coordenadas. No concilio el sueño. Desde hace días. No lo encuentro. Simplemente, no puedo dormir. Creo que me hace falta, muy seriamente, un punto para guiarme en la dirección que he de dar a mi vida. En tanto, no puedo dormir. Me levanto de la cama.

Camino sin sentido. Me cuesta trabajo contrarrestar los efectos de esta inercia. Ya no sé a qué más atribuir este insomnio… Me siento como un referente para quienes pierden el sueño, ya. Yo mismo me siento falto de referentes. Patético.

El hilo conductor de mis sueños lo he encontrado. Está ante mí. Yace a mis pies. Está destrozado…

miércoles, 20 de julio de 2011

Coleccionando discos...


Nunca podré comprarme todos los discos que quiero. Seguro estoy de ello. Así es, tristemente, para mí. Años y años de coleccionar música para quedar insatisfecho. Por principio de cuentas, no tengo el capital para ello – menos aún con la miseria que gano en mi empleo. En el camino, además, podría correr peligro – y serio – Dylan, mi hijo. (En este momento, por ejemplo, ni siquiera es candidato a una herencia cuantiosa por parte mía. Salvo, claro está, si integramos mi colección musical, literaria, biblio-hemerográfica). Ante este escenario sólo hay dos certezas: la enunciada al principio de estas líneas y, la complementaria, mi colección musical sea malbaratada – con toda certeza – para cuando mi muerte se concrete.




Mi problema es serio, lo sé. Mi dilema, mayor aún. Los discos que quisiera tener siguen y siguen en orden progresivo, infinito, incesante y cruelmente. Los que coleccionamos discos saben de lo que hablo. Las matemáticas no me dejaran mentir. Por si esto fuese poco, las posibilidades de ganarme la lotería son marcadamente improbables.


Esto, en consecuencia, me pone a pensar en lo que harían no pocos en el caso extremo de sacarse la lotería. Poniéndome, imaginariamente, en los zapatos de ellos me atrevo a suponer una baraja de opciones: televisores de plasma, autos, joyas, familiares “oportunos”, viajes, putas… Imposible que alguien contemple incrementar su catálogo musical. ¿Verdad?



Mis proyecciones se concretarían y reducirían al espectro del LP, por ejemplo. Adquirir discos en dicho formato día tras día. Cruzar de uno a otro continente con el fin de adquirir la tan ansiada joyita. Recorrer cuanta tienda de discos (de remate o no, en uso o no, bazar, etc) se me atravesara con el exquisito y único fin de acceder a lo nunca antes tenido. Simple y no a un mismo tiempo.


Acceder completamente a catálogos de grupos, bandas y solistas escuchados, mencionados, referidos, leídos, comentados… Todo ello con el fin de adquirir el acetato de caso. Mejor dicho, los acetatos de caso. Tantos y tantos que significasen, idealmente, una riqueza incalculable para hipotético heredero. Asimismo, darse el tiempo necesario, obligado para catalogar toda esa colección. Ordenarlos. Limpiarlos. Colocarlos con la delicadeza y el buen trato a que se hacen acreedores. Escucharlos, atentamente, mientras se reproducen en el tornamesa.


Si para entonces algo de tiempo me queda entre manos, sólo entonces, probablemente, empezaría a gestar en mí la idea de aspirar a un bien material distinto como lo son casa, coche, juergas…

martes, 19 de julio de 2011

La asimetría de Bowie...

Una convención bastante habitual dice que David Bowie tiene un ojo de cada color, cuando en realidad lo que sufre es anisocoria, una asimetría en el tamaño del iris fruto de un golpe que le propinó de adolescente su amigo George Underwood (responsable de las portadas de sus discos Hunky Dory y The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars) y que le dejó la pupila izquierda dilatada de por vida.

lunes, 18 de julio de 2011

domingo, 17 de julio de 2011

I'm One...

"De alguna manera, soy un Mod": Pete Townshend

"Cuando era un niño sentí que la guitarra era todo lo que tenía. No era lo suficientemente fuerte para estar en una pandilla. No estaba lo suficientemente guapo como para estar con las aves. No era lo suficientemente inteligente como para armarla en la escuela. No era lo suficiente bueno con mis pies para ser un buen jugador de fútbol. Yo era un pinche perdedor. Creo que cada uno se siente de esa manera en algún momento. De alguna manera, soy un Mod... A pesar de que era demasiado grande para ser un Mod. Escribí esta canción en la mente de Jimmy, el protagonista de la historia, un poco pensando que no tiene mucho en su favor, pero al menos es uno".


Pete Townshend

I'm One

sábado, 16 de julio de 2011

Sólo música (nada más)

Actualmente, es prácticamente imposible no encontrar a alguien que, iPod o MP3 de por medio, reproduzca la música de su grado en dichos dispositivos de almacenamiento masivo.

En no pocos casos transmiten la fuerte sensación de quedar al margen, fuera de, excluidos, soslayados si no portan el “distintivo” que les permita ratificar su condición. Implícitamente, se entiende, ello constituye una prioridad – subrayando, hay que hacerlo, el carácter que tiene en los sectores juveniles, esencialmente.


En otros no pocos casos, también en los sectores juveniles, hay marcadas referencias a que cuando hay contacto con la PC, el primer programa solicitado es el reproductor de música. Jóvenes en cantidad. Penetración de nuevas tecnologías. Gustos musicales de por medio. Acceso a internet. No es una ecuación que resulte difícil de comprenderse, por donde quiera que se le aborde.

viernes, 15 de julio de 2011

El exquisito sonido atemporal de Agnes Obel

“No me veo como una cantante que solamente toca el piano. El canto y el piano son dos cosas iguales para mí. Es decir, son una conexión inseparable. Son como dos voces iguales”: Agnes Obel



En estos días que corren entre álbumes plagados de megaproducción, es de agradecerse, en cambio, la presencia de una – casi – subestimada Agnes Obel, quien se hace acompañar “tan sólo” de una voz maravillosamente optimista, sonando adecuadamente melodiosa, casi cual susurro…

El ave cantora conocida como Agnes Caroline Thaarup Obel (octubre 28, 1980), se dio el lujo de tomar por sorpresa a más de uno mediante sus composiciones orquestales, lo mismo que con los gratísimos sonidos producidos por su etérea voz. Esta fémina, nacida en Copenhague, subraya su influencia por artistas de la talla de Roy Orbison, Joni Mitchell, P.J. Harvey, lo mismo que por compositores clásicos como Claude Debussy, Maurice Ravel y Eric Satie. Todo esto es clara señal de que Agnes Obel, a pesar de la sueva calidez de su música, no puede ser para todos los gustos.



Así, el año pasado, fuimos presa de una producción que nos cautivó con sus melodías brillantes, con sus letras directas. Ambas iban desglosadas en un álbum que salpicaba penumbras, las cuales se hacían acompañar de combinaciones del tipo hipnótico, de tonos sedantes como fiel constante: Philharmonics (PIAS Recordings). En este su debut, Obel se da el lujo, además, de escribir, realizar y producir.



En este su álbum debut, Obel nos demuestra cuán plagada está de ese tipo de belleza emotiva que se da una sola vez en la vida. Ella se deleita cantándonos con gracia silente y tierna, aderezada con serenos cellos, así como con sutiles viñetas combinadas con piano y arpa.




Así, luego de que se han escuchado los 12 tracks que componen Philharmonics, no nos queda más que ratificar todas y cada una las influencias que se ejercen abiertamente sobre Obel. Sí, cierto, la música folk traza todo el camino a través de sus composiciones. Empero, es el sonido de corte atmosférico el que se hace predominante. Al escuchar esta obra nos hacemos acreedores a un premio por partida doble: un efecto lo mismo relajante que inquietante dentro de la misma estructura musical.



La presente producción musical nos remite, con sutil inercia, a otra producción
de tiempo atrás: el soundtrack de The Piano, mismo que fue gestado por ese virtuoso llamado Michael Nyman. Aquí tiene lugar, en más de un sentido, la expansión plena del folk con su respectiva mezcla de melancolía. Definitivamente, en Philharmonics coinciden los no pocos majestuosos acordes de piano en complicidad con ese exótico tejido de armonías vocales.



Podría pensarse en que la belleza, no pocas veces, entra en paradojas abiertas con el presente; aunque existen algunos tipos de belleza que suelen salir bien librados, ya que tienen no poco de atemporal. En Philharmonics se dan más que suficientes momentos que, precisamente, trascienden como para poder tener la certeza de permanecer indefinidamente en este exquisito sonido atemporal…


jueves, 14 de julio de 2011

Subjetividades erótico-pornográficas...

...Tal vez sería bueno el debatir acerca de la marcada diferenciación de índole académico entre erotismo y pornografía, en base a 'la exhibición' o 'la sugerencia', es decir: lo que se muestra y lo que no se exhibe.

Se argumenta que una obra es ‘elegante’ cuando solamente sugiere la genitalidad o bien, cuando dichas imágenes son tratadas con arte.

Entonces podría surgir la siguiente reflexión:

Si existe el desnudo artístico, ¿existirá el coito artístico?

¿O la masturbación artística?

¿Qué fin persigue la obra erótica?

La excitación y por ende el placer del receptor de la misma.

La contemplación de la belleza del cuerpo humano en todo su esplendor bien puede provocar dichas sensaciones erógenas.

¿No será que la sociedad en general vive en un estadio bastante atrasado en cuanto a la concepción de la sexualidad?

¿No será que la lujuria es un prejuicio o resabio de las prohibiciones religiosas (de casi todas las creencias)?

El sexo no es elegante; es duro y salvaje.

Habría que ver si la mujer dice:

"Introdúceme el falo carnoso, querido"

O mejor:

"Méteme la verga, cabrón"

¿Coger, follar o tirar, o hacer el amor?

Si la poesía es subjetiva, la apreciación también lo es.



Fragmento tomado del ensayo: "¿Erotismo?-¿Pornografía?, de Ignacio González

miércoles, 13 de julio de 2011

Disolvencia...

... te veo
en mis
pensamientos,
los de hoy
(ya no más)

los de ayer...


La Camerata Rupestre: rock sinfónico mexicano

Voz ronca, casi nasal, dulce. Una voz que repite de constante “tú”. Una muletilla para terminar las frases, para templar el entusiasmo que le provoca hablar de sus producciones musicales.

“No me aventuraría a decir que hago poesía, la canción tiene otros terrenos, pero hay una gran tradición de canción en México, desde Álvaro Carrillo, Agustín Lara, hay una tradición de decir las cosas de la mejor manera posible, a lo mejor sin llegar a ser poesía. Y hay una generación – o al menos eso creo – que está preocupada por trabajar ese nivel de comunicación. Sí, hay una preocupación de que la letra salga bien, de leer, de escribir”: Armando Rosas.



“Herraje”, pieza de elevadísima belleza. Encontramos en ella, primeramente, la reflexión poética, de deliciosa sutileza, sobre la ausencia y la añoranza de la persona amada. Valor agregado a más no poder: poesía, rock y música culta se funden en “Herraje” de manera impecable, fina, y hacen de la rola una verdadera belleza, única en su género.

El buen Armando Rosas alcanza en esta canción su máximo nivel literario. Hay en “Herraje” un pequeño ultimátum en el estribillo: si la ausencia se prolonga, entonces un nuevo amor podría ocupar el lugar de la ausente. Esta aparente contradicción nos arroja el verdadero sentido de la pieza: todo amor, incluso el más exaltado, tan sólo pervive si se le retroalimenta.



Aquí encontramos la exigencia, la correspondencia justo porque ya no nace de la irracionalidad pura, sino también de la valoración de los actos y los méritos del otro. Es decir, el romanticismo per se tan sólo es aparente; nos encontramos ante una posición mucho más contemporánea del amor. Obviamente, toda esta carga reflexiva se entrega a través de un lenguaje altamente poético.

La misma voz de Armando Rosas, a veces demasiado nasal, aquí se mide, es cautelosa. Todo esto convierte a “Herraje” en una de las piezas mayores del rock sinfónico mexicano. Del que, por cierto, existen pocos ejemplos...

Letra y música: Armando Rosas.
Intérprete: Armando Rosas y La Camerata Rupestre.
Disco: Tocata, fuga y apañón.